QUEIROS3

LETRAS Y MAS

Un avance del próximo libro del colega sociólogo Artemon Ospina Salinas

Portada libro Aquiles

Aquiles: Una caída más si importa.

La residencia donde él vivía era de estudiantes que ya tenían un tiempo en Ayacucho y estaban por terminar, generalmente los cuartos eran compartidos por dos personas a él no le gustaba eso porque para jugar una partidito entre el catre tenías que estar pidiendo permiso a tu compañero de cuarto o dándole un sencillo para que se fuera a tomar unas chelas mientras duraba el partido, pero era más económico y él estaba en plan de ahorro para la tesis. Ya en esos momentos Huamanga era zona de emergencia pero normal la gente que conocía a los senderos sabían que se habían ido al campo, que no paraban por la ciudad pero eso no lo sabían los policías que paraban arrestando a todo aquel que tuviera un libro de Marx o Mao, Roberto me conto que su socio en esa residencia era un pata que estaba terminando sus estudios en ingeniería de Minas, que de política no quería saber nada, el pata solo quería venir a Lima para ir a la gata caliente y ver a Bettina Otelo en ese café teatro que anunciaba una obra llamada Paro General, allá por el año 1982, por esos días como ya andaba la policía haciendo allanamientos de casas, Roberto había reunido todos sus textos de estudiante y los tenía bien empaquetados en dos cajas debajo de su cama, en una caja tenía todos sus textos teóricos, las cinco tesis de Mao, Las tesis de Feuerbach de Carlos Marx, el Materialismo dialectico de Martha Harnecker, El manifiesto Comunista de Carlos Marx, de Lenin tenía: materialismo y empirio criticismo, el estado y la Revolución, la enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo y otros títulos que ya no me acuerdo.

-y como sabes de todos esos libros.

Porque Roberto después que me conto su historia me pido que se los guardara para leerlos, yo solo leí los títulos, por eso me acuerdo, pero la verdad es que él estaba por terminar de estudiar y esos libros él decía que eran más valiosos que la biblia, por eso se había venido con sus libros a Lima, pero no tenía donde guardarlos y me los dio.

¿Y qué paso?

Salud, en el cuarto que no era muy grande, al lado del escritorio que compartían, en la pared, su compañero de cuarto tenía posters de algunas vedettes, en esos tiempos en los periódicos salían a página entera las vedettes y el compadre las había puesto de adorno, pero justo un periódico había sacado una colección de vedettes una por día y el pata no quiso perder ni uno de esos poster y literalmente empapelo el cuarto con las vedettes, a Roberto le llegaba, pero le reclamo cuándo también pego encima de su cama, pero le dijo que era solo para que no se malograran los poster, que en unos días los sacaba y se los llevaba.

A los pocos días de la empapelada del cuarto, a las dos de la madrugada, les rompieron la puerta, era los sinchis que estaban buscando terroristas, cuando cayó la puerta y alumbraron con sus potentes linternas al interior del cuarto, los policías solo vieron las piernas y culos de las vedettes y al ver ese espectáculo; el ilustrado sinchi que estaba al mando grito:

¡Estos son pajeros carajo, vamos al otro cuarto!

El colorado y el pata no tuvieron tiempo ni de levantarse, escucharon como entraban y se llevaban de otros cuartos a estudiantes por tener hasta un volante estudiantil, ellos estaban con la puerta derribada con un policía en la puerta que miraba de reojo a las calatas pero sin que a nadie se le hubiera ocurrido buscar debajo de la cama de Roberto, donde en una caja estaban todos los escritos del MIR en Ayacucho y en la otra todos los textos teóricos del marxismo de esos años.

Ja ja, que buena, de la que se salvaron y todo por unas vedettes

Si, cuando me lo conto no podía creer, pero así es la vida, a mi primo lo metieron en cana sin saber ni leer escribir sobre eso y mira cómo se salva Roberto, que ni cojudo luego de ese roche, cogió sus cosas y se vino a Lima, nos hicimos patas porque el entro a trabajar justo en la lista donde entro mi ex-enamorada. Las mujeres mal pagan, camarada salud.

Enero de 2025